El actor brindó una entrevista donde hizo referencia a su actual situación económica y realmente preocupó a todos con sus dichos. Entérate que fue lo que dijo.
Estamos atravesando un momento muy especial en un país que intenta salir de una crisis económica y la farándula no está ajena a esto. La semana pasada se conoció la confesión de Ana María Pichio y sus complicaciones para llegar a fin de mes ahora fue el turno de Enrique Pinti.
“El agua me llega al cuello», disparó Pinti en un reportaje radial, en Pop Radio, entrevistado en el programa ATR que conduce Rodrigo Lussich. Según detalló el cómico gran parte de su gasto pasa por una cobertura de medicina prepaga y el gasto de insumos de insulina por su diabetes que rondan en total 80 mil pesos mensuales, aproximadamente. El artista reconoce que hoy «no le va bien» en el teatro: hace su nuevo espectáculo Al fondo, a la derecha en el Multiteatro Comafi y giras por la costa los lunes y martes. En San Bernardo, tuvo este lunes 400 espectadores, un muy buen número a diferencia de lo que cuesta llevar gente en Buenos Aires.
Luego sentenció “Me asustaba de la situación social de la gente que estaba desposeída o no tenía trabajo. Me dolía como ciudadano, pero no me llegaba a mí; inclusive en la época del menemismo o en la del kirchnerismo; veía que estaba un desastre todo, pero me llegaban las boletas y decía ‘esto es mucho, pero puedo pagarlas’. Esta es la primera vez, quizás porque me va peor, y me asusta, no cuando me llegan las boletas de luz y el gas. La prepaga, que yo tengo una prepaga buena, que yo saqué en el año 83 y tengo el mejor plan; me llegaron 39 mil pesos más la insulina que uso, que es importada porque así me lo mandó el diabetólogo, porque la puedo usar, me sale 36 mil pesos por mes«.
Para finalizar agregó que “Es la primera vez que el agua me llega al cuello, no porque esté en la ruina o me vayan a ver desesperado pidiendo limosna en la puerta del teatro Liceo diciendo ‘yo acá llené, denme una moneda’; no, no, no será Dios que lo pague. Pero me marca la situación que es la primera vez que nos pasa. La escuchaba a la Picchio, que está mal de plata, Hugo Arana vendió el auto, y son gente que le ha dedicado su vida a esto. Nosotros los actores no somos ejemplos de trabajo, el nuestro es un gremio de desocupados en todo el mundo.Siempre somos más los que queremos trabajar que los que tienen trabajo. Pero para que un tipo exitoso que llenó tres décadas un teatro, esté asustado…», se confesó, como siempre sin pudores, el humorista.